Para Kurt Schmucker, las simulaciones ofrecen un ambiente ideal para exploración de nuevos conceptos, conocer mejor el juego entre fenómenos complejos relacionados entre sí, y para construir modelos de trabajo simplificados de los argumentos que estamos investigando.
Son muchos los campos en los cuales, se han desarrollado simulaciones exitosas, como el militar, aviación, científico, electrónico, espacial, físico, etc. Y es que las simulaciones permiten contextualizar los conocimientos que se exploran en la educación tradicional en forma separada. Por ejemplo, el alumno en Botánica, estudia las plantas acuáticas, en física la hidráulica, en Química el agua y sus componentes; y en Zoología los animales marinos. La simulación de un ecosistema acuático, permite la posibilidad de relacionar las cuatro asignaturas evidenciando el concepto de sistema integrado a un contexto general.
Otra de las ventajas de las simulaciones es el alto grado de motivación que tiene el estudiante al interactuar con el programa que le permite no ser sólo un repetidor de conceptos, sino participante y descubridor de ideas donde pueda formularse hipótesis y sacar conclusiones.
Un aspecto importante para la selección de simuladores en la educación, es que debe tener una combinación de los siguientes atributos:
- Nivel de motivación
- Nivel de contenidos y conocimientos: Combinación de teoría y práctica
- Nivel de interacción y evaluación
- Nivel de Impredecibilidad
Este último juega un papel muy importante, ya que hay factores externos que no dependen del simulador como clima, temperatura, conducta, etc.
Si bien los simuladores son una herramienta muy útil que ayuda al estudiante a comprender muchos conceptos y acercarse a la realidad, las mismas deben utilizarse en complemento con las actividades en un entorno físico para una mejor comprensión del tema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario